Tomar tres tazas de té: Una lección de cambio y conexión
A principios de los años 90, un alpinista estadounidense regresaba de una ascensión fallida a la montaña K2, la segunda más alta del mundo y una de las más peligrosas, donde uno de cada cuatro alpinistas pierde la vida en el intento. Este hombre, Greg Mortenson, llegó al Baltistán, una de las regiones más remotas, agrestes y pobres de Pakistán, situada al norte de Cachemira, cerca de las fronteras de Pakistán y Afganistán. En medio de la dureza de su travesía, Mortenson fue acogido como huésped de honor en la aldea de Korphe, un pequeño pueblo balti. Fue allí donde descubrió una realidad que lo impactó profundamente: los niños no tenían una escuela ni docentes. En su lugar, intentaban escribir en cartones con palos de madera y un poco de barro. Conmovido por la pobreza y la falta de oportunidades, Mortenson decidió hacer algo para ayudarles. Sin dinero ni apoyo, prometió construir una escuela para la comunidad. El Inicio de una Promesa Mortenson inició una serie de gestiones para...