Enfoque en lo que más importa: pasos y recomendaciones



 “Eso depende mucho del lugar adonde quieras ir. Si no sabes adónde quieres ir, no importa qué camino sigas”

Carrol, L. (1973). Aventuras de Alicia en el país de las maravillas. Buenos Aires, Corregidor.

Es importante que cada sistema educativo o escuela tenga claridad sobre qué es el buen aprendizaje y en qué condiciones se desarrolla. En primer lugar, se debe definir las prioridades y ser coherentes con ellas para que todo el sistema o escuela lo comprenda. No se deben tener muchos objetivos prioritarios, sino solo dos. Por lo tanto, la primera declaración del sistema debería consistir en sincerar cómo se ve el buen aprendizaje. Una vez definido esto, se deben construir las condiciones en las que se cree que este florece. Es necesario aclarar que el buen aprendizaje no es el currículo, el cual es solo un medio y un constructo tecno-político de un país. Si se puede llegar al fin sin ese medio, no debería preocuparnos.

Una vez que se ha declarado cómo debe ser el buen aprendizaje y en qué condiciones se produce, se debe comenzar a evaluar todas las actividades y procesos del sistema en torno a él. Se podría aplicar la ley del “tanto cuanto”. Por ejemplo, si una actividad “tanto cuanto” ayuda a generar un buen aprendizaje, debe seguir existiendo. De lo contrario, se debe aplicar las 3R: debe ser Removida, Reformulada o Reducida. Esta consigna ayudará a que todos los funcionarios tengan criterios claros de discernimiento a la hora de tomar decisiones o presionar para que sus urgencias se concreten.

A la hora de competir, todas las urgencias quieren ser las primeras en ser resueltas. Las 3R también pueden ayudar a revisar programas, oficinas y direcciones nacionales completas. Las cadenas de presiones que llegan hasta el estudiante vienen desde los distintos círculos concéntricos que rodean al núcleo del sistema. Curiosamente, es desde el núcleo donde se afirma que el aprendiz debe disfrutar, vivir una relación horizontal, dialógica y ser autónomo en su proceso de aprendizaje, como se afirma en la competencia 29 del Currículo Nacional de la Educación Básica del Perú: El estudiante gestiona de manera autónoma su propio proceso de aprendizaje.

Solo pasando por ese proceso de sinceramiento y enfoque, que se traducirá en la práctica con disciplina y persistencia, es que se empezará a generar un sistema coherente, es decir, que dice lo que hace y hace lo que dice. Se entiende por coherencia de un sistema cuando hay una unidad de mente, corazón y acción en todos los actores del mismo, desde el núcleo hasta la periferia. Esta primera acción le dará al sistema un propósito compartido. El segundo desafío consiste en que todo el sistema comprenda y conozca ese propósito, objetivos y estrategias que deberían resumirse en una página.

A continuación se trabajará el manifiesto pedagógico que es una declaración institucional sobre cómo y en qué condiciones aprenden las personas.

Construcción del manifiesto pedagógico

El objetivo de este ejercicio es identificar acciones y prácticas que contribuyen a generar un aprendizaje profundo y construir una declaración conjunta de cómo aprenden las personas. Este protocolo generará procesos de análisis y reflexión individual y colectiva para consensuar propuestas con un lenguaje común sobre el buen aprendizaje.

Parte A: Individual

Realice una dinámica que resulte en la elaboración de un producto (una figura de origami, manualidad, pintura u otro).

Solicite a los participantes que realicen una revisión individual de un aprendizaje que les haya generado sentido, emoción y que perdure en el tiempo.

Entregue a cada persona una hoja para que responda las siguientes preguntas:

Preguntas

Respuestas

¿Qué sé hacer bien y la gente dice que lo hago bien (habilidad probada)?

¿Cómo lo aprendí? Recuerde el proceso de aprendizaje de esa habilidad, desde sus inicios, quiénes intervinieron, el contexto, etc. Mientras más detallado, mejor.

¿Qué cambios podría hacer en mi colegio para ofrecer a los estudiantes esas condiciones de aprendizaje?

Parte B: En parejas

En un segundo momento, formen parejas para que la otra persona ayude a detallar aún más su proceso de adquisición de esa habilidad con las siguientes preguntas propuestas:

  • ¿Cuál fue el contexto que hizo que eligiera o tuviera que desarrollar esa habilidad?
  • ¿Quién lo inspiró? ¿Quiénes fueron sus maestros expertos en esa habilidad?
  • ¿Dónde buscó información?
  • ¿Quién ofrecía retroalimentación continua? ¿Cuándo se equivocaba o cometía un error, lo volvía a hacer? ¿Revisaba primero en qué fallaba y lo volvía a intentar?
  • ¿Cuánto tiempo le dedicaba al inicio y durante el proceso? (horas/día, semanal, etc.)
  • ¿Registraba el procedimiento en un cuaderno o hacía apuntes sueltos o solo lo registraba en su memoria?
  • ¿Cuándo aprendía una parte de ese proceso, le enseñaba a alguien o decía cómo lo hacía?

Es importante que la otra persona ayude a interiorizar aún más los procesos mentales y, sobre todo, las condiciones en las que se dio este buen aprendizaje. Luego, intercambien roles.

Parte C: Colectiva

Para registrar las preguntas, se puede utilizar un papelógrafo o una pizarra. Si el grupo es menor de 15 personas, se puede utilizar la técnica de lluvia de ideas con post-its o tarjetas de colores. Cada docente colocará su respuesta y se ordenarán. En caso de que el número de integrantes sea mayor, se sugiere formar grupos al azar y socializar las respuestas en un panel, utilizando la técnica de cotejo (cada integrante del grupo explica un elemento de la respuesta y, si algún grupo coincide con la misma respuesta, solo se menciona la coincidencia y se da a conocer lo que todavía no se ha mencionado).

Una vez registradas las respuestas, se procede a consolidar y construir los puntos en común descubiertos entre todos los participantes. Estos puntos serán la base para la elaboración del Manifiesto Pedagógico de la IE, que debe responder a las preguntas:

¿Cómo se ve el buen aprendizaje?

¿En qué condiciones florece?

Esta declaración servirá como insumo y guía para la planificación estratégica y para la realización del Plan de una página. Se sugiere imprimir en gigantografía y colocarla en un lugar visible para todos los docentes y comunidad educativa.

En otro documento realicé una sistematización acerca de cuales son las características del buen aprendizaje y desarrollé el PETER, un acrónimo de fácil recordación para tener presente dichas características.

Materiales de apoyo

Plantilla para descargar para crear “Mi manifiesto pedagógico”

Sobre el aprendizaje profundo

A continuación se presenta una recopilación de materiales para trabajar el aprendizaje profundo en las escuelas:

En este artículo titulado “9 maneras de matar una competencia”, se desarrollan las condiciones y características del buen aprendizaje. Para ello, se utiliza el acrónimo PETER para que sea fácil de recordar: Propósito, Elección, Transferibilidad, Emocional y Retroalimentación. En este video se sintetizan las 9 características propuestas en el texto en 4 que considero no negociables para generar buen aprendizaje.

Estrategias para desarrollarlo:

Entre las estrategias o metodologías que desarrollan el aprendizaje profundo se encuentran las Comunidades de Aprendizaje en Relación Tutora. En este video se explica la metodología: . Se puede obtener más información sobre este modelo en este enlace.

Formación en neurociencia: Estas 21 declaraciones de Tracey Tokuhama-Espinoza ayudan a comprender cómo se ve el buen aprendizaje según la neurociencia. En este video se presentan. Si es posible, llevar el curso completo de Tracey será aún mejor .

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