¿Cómo enfrentar la educación híbrida? La voz de los directores

En la coyuntura del retorno a clases  Educacción nos invitó a responder las siguientes preguntas: ¿Qué significa educación híbrida? ¿Vamos a regresar a las viejas formas en las aulas ? ¿En qué debería consistir la supuesta complementariedad de modalidades? ¿Será una oportunidad para avanzar a un estadio superior? Para ello invité a amigos y colegas directores para tratar de responder juntos estas preguntas (Ver aquí la conversación o escucharla en Spotify).  Agradezco a Yuly Oyanguren del colegio Gabriela Mistral, César Reina del María Parado de Bellido,  Lucy Álvarez del Fe y Alegría 24 y Nancy Rivera del 110 San Marcos por su tiempo para compartir sus reflexiones e inquietudes


1. ¿Qué significa educación híbrida? 

Hace unos meses Michael Fullan (Documento completo) dividió las estrategias de pre y pos-pandemia en tres fases: La primera es la disrupción, donde se acumula lo aprendido en este periodo. La segunda es la transición, en la que se aborda la reapertura de escuelas. La tercera fase es la reimaginación, en la que se crean nuevos sistemas educativos basados en lo mejor de lo tradicional y recoge las prácticas innovadoras. Ésta última lleva a la creación de un sistema híbrido de aprendizaje profundo que es ágil y está enfocado en el futuro.

Educación híbrida  significa que se tiene un poco de educación a distancia y presencial en la escuela convencional.   Eso  se tiene claro, pero el desafío consiste en  cómo hacer que esa educación híbrida sea efectiva y  genere aprendizaje profundo en los estudiantes, respondiendo a sus necesidades y del mundo actual. 


2. ¿Vamos a regresar a las viejas formas?

La respuesta de los directores fue cuestionar el supuesto sobre el que está basada: hay que retornar a clases presenciales.  Se preguntaron ¿debemos regresar a la educación presencial el 2021? La respuesta a esta pregunta se analizó desde la perspectiva de los profesores, padres,  estudiantes y los mismos directores. 

Imagen tomada de Pixabay


Los docentes

Los docentes tienen una sensación ambivalente. Una mezcla de añoranza y temor.

“hay una añoranza a querer volver a lo de a lo de antes,  quizá porque daba seguridad, … hay como hasta cierto temor de querer volver a la presencialidad “(Lucy)

  Añoranza por volver a las aulas y temor por los posibles contagios en el camino, dados los desplazamientos geográficos generados.  Además, debido a este temor  se está ocasionando  una movilización de personas y, en algunos casos, migración de docentes y estudiantes, para evitar pasar mucho tiempo en el transporte público. Y así poder evitar contagios. Ya se empezaron a dar casos de reasignación de plazas docentes y retorno de familias de estudiantes a sus regiones de origen.  Esa movilización docente puede generar un nivel de caos y desorden en el sistema. 

Los estudiantes

Es la población que, en opinión de los directores, desea volver a las clases presenciales. Algunas de las razones son el estrés socioemocional en secundaria: 

“en el nivel secundaria estamos presenciando muchas situaciones socio emocionales, bastante críticas, a pesar que damos un soporte socio emocional” (Yuly)

Una de las causas de estas situaciones pueden ser  el encierro prolongado junto con  la necesidad de socializar y encontrarse con los amigos. Otra razón es  la necesidad del contacto personal  que se da en la presencialidad para poder realizar los aprendizajes. 

Los padres de familia

Al parecer, entre los papás hay opiniones divididas. Algunos desean el retorno para que sus hijos sigan aprendiendo y otros tienen el temor al contagio en el trayecto a la escuela.  

Los directores

Ellos piensan más en los docentes y estudiantes por lo que la situación es ambivalente. Pero algunos como Nancy, piensan que es mejor esperar al 2022 y terminar el año con la educación a distancia, como se ha venido trabajando. 


Dejar las viejas formas por experiencias interdisciplinares y por proyectos

Si se volverá o no a las viejas formas depende de cuánto una escuela haya aprovechado la pandemia para romper viejos paradigmas  y empezar a testear la experiencia de aprendizaje centrado en el estudiante.  Ellos comentan que muchos profesores han realizado experiencias de trabajo por proyectos e ínter-áreas. Lo cual es un gran avance. El trabajo por proyectos, que implica buscar desafíos con los estudiantes y ofrecer márgenes de elección de las temáticas,  se había intentado introducir en la cultura escolar sin resultados satisfactorios en años anteriores. Sin embargo, cuando los docentes comprendieron que las dos construcciones organizativas limitantes del aprendizaje, tiempo y espacio, expresado en el horario igual para todos y un solo espacio (la escuela) para aprender, habían desaparecido  es en ese momento que empezaron a liberar el aprendizaje. 

Es por ello que la respuesta a la pregunta es “no”, no se va a regresar a las viejas formas siempre que se tengan en cuenta algunas recomendaciones, como son el respeto de parte de las autoridades  en lo que respecta a la autonomía curricular escolar. 


3. ¿En qué debería consistir la supuesta complementariedad de modalidades? 

Imagen tomada de Pixabay


Los líderes pedagógicos tienen claro que esta complementariedad es posible si se continúa el enfoque en el estudiante, sus necesidades e intereses. En esencia solo aprende  quien quiere aprender. Esto puede parecer una perogrullada, pero en la pandemia han aprendido los que querían, los que no simplemente se han ausentado o encontrado excusas para abandonar la escuela.    Es por ello que se debe  centrar el sistema y la escuela en la motivación intrínseca. Ese debe  ser el criterio para organizar el aula, los recreos y  los días presenciales y no presenciales  de esta educación híbrida.  

César agregó que se puede empezar realizando en los días presenciales estrategias didácticas que fomenten el desarrollo socioemocional y habilidades complejas realizando tertulias dialógicas  o debates entre los estudiantes. 


Sin embargo, aún quedan muchas dudas sobre cómo se debe dar esta supuesta complementariedad. Dudas  que aún no tienen respuesta como son: 

Está claro que los estudiantes asistirán dos veces por semana 4 horas cada día, pero 

  • ¿Cómo organizar la escuela para ello? ¿Cómo se organiza la secundaria? ¿Qué estudiantes deberían ir? ¿Cuáles no? ¿Qué ocurrirá en los espacios de descanso?

  • ¿Qué hacer en los recreos y en los espacios intermedios?

  • ¿Qué actividades se harían en esos pocos días? 

  • ¿Cómo se organizarán los papás para dejar a los hijos solos esos días?

  • ¿Qué áreas se van a priorizar? ¿El desarrollo de habilidades blandas o ciencias? 

  • ¿Cómo se va a movilizar el personal de servicio para esto?


Los chicos de quinto

Se requiere una mención especial para los chicos de quinto de media ¿Qué estrategias realizar con ellos?

Los estudiantes que están en quinto de media ahora  “se les ha pasado por agua tibia el año pasado” por lo que este año serían dos años que no se les atendió como se debería.  Por ello, la sugerencia  de los directores es que sean ellos los priorizados en la presencialidad. 

Buscar puntos de luz

“No puede agarrarnos el retorno a la presencialidad o semi presencialidad con las manos en los bolsillos, como cuando nos cogió la pandemia. Entonces, y hay que ir escuchando que está funcionando en otras experiencias y que no está funcionando bien” (César)

Se debe de conocer, analizar y compartir las experiencias que sí han estado funcionando en este tiempo para poder enfrentar el desafío de la educación híbrida.  


 

¿Será una oportunidad para avanzar a un estadio superior?

Será una oportunidad para avanzar a un estadio superior si se cumplen algunos requisitos: 

1.Evitar la tortura tecnológica de  parte de los órganos intermedios

El rol de los órganos intermedios debe ser no obstaculizar el trabajo de los docentes.  Al respecto Lucy comentó que

 “Los burócratas han aprendido de tecnología y ahorita están torturando a todos. Por ejemplo, con el bendito plan de mejora, que debería ser una oportunidad. Pero quieren que en el plan de mejora esté por cada competencia de cada área lo que vas a trabajar. O sea, lo dividen y los aumentan.  No es posible abordarlo así porque el trabajo es más integral. Inclusive el mismo Aprendo en Casa, es más integral.”.  

Esta es una llamada de atención a los órganos superiores que  más que apoyar el trabajo de la escuela atiborra a los directivos de datos sin sentido.  


2.El desarrollo de capacidades

Es importante la inversión en el desarrollo de capacidades docentes. Como afirmó Yuly , los cursos de Perúeduca, el portal educativo del Perú, tienen aspectos positivos, pero “te vienen una tras otra, que al final no sabes cuál chapar”. Es positivo el esfuerzo que viene realizando el Ministerio de Educación, pero no se debe sobrecargar al docente o directivo.  Al presente se han realizado cursos para el uso de herramientas digitales, pero ahora  se necesita fortalecer las habilidades digitales  de los docentes, pero orientados al trabajo colaborativo de los estudiantes” (Yuly). Es decir, se necesitan espacios para el desarrollo de capacidades en "cómo lo aterrizas a tu práctica pedagógica. Ese puente es el que hace falta" (Yuly).  Es necesario ese puente entre las herramientas digitales y la práctica pedagógica.

  

Conclusiones

 En términos generales, la visión de los directivos del futuro es optimismo realista centrado en el estudiante y sus equipos docentes. Creen que es posible regresar y superar prácticas pedagógicas desfasadas. Sin embargo, está presente una preocupación por el rediseño escolar que implica la educación híbrida. Un resideño que no ha sido pensado ni probado. Este rediseño abarca todos los aspectos de la vida escolar, desde la custodia y control de estudiantes,  pasando por la manera de organización y distribución de estudiantes, hasta la gestión curricular y uso de lo digital en ambas modalidades.   

Existen algunos aprendizajes, pero hay muchos vacíos en las indicaciones del gobierno.  La principal recomendación es no sobrecargar y seguir ofreciendo autonomía curricular a las escuelas y visibilización de las prácticas existentes. 


Reflexiones finales.

A mi parecer, es posible generar un aprendizaje profundo en la educación híbrida si es que se dan dos condiciones: 

En primer lugar,  una coherencia con la postura pedagógica de la escuela.  Solo se puede ser versátil y hacer un buen uso de la autonomía si se tiene clara la esencia del aprendizaje.  Sino se puede caer en activismo inútil  o prescripción estéril.    Para ello es necesario recordar las condiciones en las que ocurre el buen aprendizaje (Leer 9 maneras de matar una competencia) y recordar los fines de la educación.  La educación tiene cuatro fines, educamos para que 1) Los chicos se conozcan a sí mismos, 2) sepan cuidar de otros , 3) mejoren el mundo y 4) aprendan a aprender por sí mismos.   Con esos dos pilares  los directores  y docentes pueden empezar a pilotear y ensayar diversas modalidades  de aprendizaje híbrido.  Habrán muchas modalidades y todas ellas fructíferas si son coherentes con esos pilares.  Para ello hace falta que esa sólida teoría pedagógica guíe las acciones, iniciativas y nuevas propuestas de las escuelas. 

Las respuestas a las diversas preguntas planteadas más arriba deben ser evaluadas con esos dos pilares utilizando la ley del “tanto cuanto”. Tanto cuando una actividad contribuye al buen aprendizaje de los estudiantes se debe de hacer  y lo mismo en caso contrario. 

En segundo lugar,  el desarrollo de capacidades docentes centrado en el uso de herramientas digitales para  la colaboración entre estudiantes.  Además, es importante seguir profundizando en metodologías de enseñanza por proyectos como se mencionó más arriba. En la conversación se menciona en diversos momentos la experiencia de trabajo por proyectos que tiene como condición el trabajo ínter-áreas. En las escuelas de César, Lucy, Yuly, Nancy y muchas escuelas del país se ha empezado a trabajar por proyectos.  Un ejemplo claro es el programa Gabrielinas en Acción del colegio Gabriela Mistral, en el que  Sybilé y Marlene, dos profesoras de áreas distintas se unieron hace un año para poder generar un programa basado en las temáticas que las estudiantes elegirían. Eran conscientes que la motivación intrínseca es la clave, es por ello que las dejaron elegir las temáticas y la manera de trabajar. Proyectos como este han empezado a pulular no solo entre estas escuelas referentes sino en todas las escuelas del Perú. 

Entonces, unas de las primeras tareas en este retorno híbrido debe ser fortalecer el trabajo por proyectos y no volver al dictado por cursos  y por áreas, y reconfigurar la organización escolar en torno a la motivación intrínseca de los estudiantes. 

Una última advertencia respecto al método del trabajo por proyectos. No se debe trabajar el método por el método, sino asegurar que ocurra un cambio real en las interacciones entre docente-estudiante, estudiante-estudiante, docente-contenido y estudiante-contenido.  Relaciones que deben ser igualitaria y basadas en la libertad de quien desea aprender. Solo así aseguraremos el nacimiento de una nueva cultura escolar. 

Está en nuestras manos generar con la educación híbrida un aprendizaje profundo y digital en el que la motivación intrínseca del estudiante sea el eje de todas las acciones.  La educación híbrida es una gran oportunidad para mejorar la educación y la sociedad. 

Referencias

Fullan, M. (2021). Los impulsores correctos para el éxito de todo el sistema. Victoria.: Center for Strategic Education. Retrieved from https://www.cete.pe/wp-content/uploads/2021/04/Fullan_2021_ImpulsoresCorrectos.pdf 


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