Liberación del aprendizaje en una escuela de Lima

Liberación del aprendizaje en una escuela de Lima: El caso del modelo de tutoría entre pares

El modelo educativo tradicional ha resistido con tenacidad múltiples esfuerzos de reforma. La literatura académica sugiere que el sistema educativo es bastante resiliente frente los intentos de cambio promovidos desde los gobiernos. Además, el intento de llevar a escala soluciones educativas innovadoras ha resultado ser una tarea compleja. En este contexto, se vuelve imperativo identificar y analizar aquellas estrategias o modelos educativos que han logrado romper con este estancamiento, impactando efectivamente las dinámicas de enseñanza y aprendizaje en el aula en una escala considerable.

En el ámbito del Sur Global, término que también abarca a los países en desarrollo, han surgido enfoques educativos altamente innovadores que han demostrado ser exitosos en la transformación sistémica de la educación. Una ‘propuesta alternativa radical’ se define como una que ha sido escalada para impactar miles de escuelas, transformando no solo las prácticas pedagógicas en las aulas, sino también las dinámicas de poder entre docentes y estudiantes. Ejemplos notables de tales innovaciones a gran escala incluyen el modelo Escuela Nueva y las Redes de Tutoría en Latinoamérica, el enfoque de Aprendizaje Basado en la Actividad en Tamil Nadu, India, y las iniciativas del Comité para el Progreso Rural de Bangladesh (PRAC) (Farrel, Manion, Rincon Gallardo, 2017). Este texto se centrará específicamente en detallar la implementación del modelo de Redes de Tutoría en una escuela de Lima Metropolitana,

La educación se posiciona como un pilar esencial en toda la sociedad, y su evolución es imperativa para responder a los cambios acelerados y retos multifacéticos del mundo contemporáneo. La narrativa que se despliega en este texto sirve como un poderoso testimonio de que una transformación educativa efectiva es factible en un lapso de tiempo relativamente corto. Este cambio es posible gracias a un enfoque pedagógico bien fundamentado que revoluciona el corazón mismo del proceso educativo: la relación dinámica entre el docente y el estudiante en presencia del contenido o currículo. Esta experiencia no solo busca inspirar sino ofrecer también una hoja de ruta tangible para aquellos comprometidos con la innovación educativa, demostrando que una profunda transformación del núcleo pedagógico está al alcance de nuestras manos. Se define núcleo pedagógico como la relación entre docente y estudiante en presencia del contenido o currículo (City, Elmore, Fiarman, Teitel, 2009).

Esta iniciativa se llevó a cabo en el colegio 7068 Abraham Roldán Poma, ubicado en el corazón del distrito de Surco, en la provincia de Lima, Perú. Originalmente establecida como la primera escuela rural del distrito, la institución ha evolucionado para convertirse en un centro educativo urbano. En el año académico 2022, la escuela registró una matrícula total de 325 estudiantes en educación inicial, 655 alumnos en educación primaria, distribuidos en 31 secciones distintas. En particular, el sexto grado contó con 109 estudiantes repartidos en cuatro aulas. La colaboración con el colegio para implementar innovaciones educativas comenzó en 2017. Fue en 2022 cuando se extendió la invitación para conocer e implementar el modelo de Tutoría entre Pares, una oportunidad que se materializó gracias al firme apoyo del equipo directivo.

Redes de Tutoría es un modelo educativo centrado en la personalización del aprendizaje, donde un individuo con una habilidad o conocimiento específico se asocia con otro que aspira a adquirir esa misma habilidad. Este intercambio se realiza a través de interacciones uno a uno, generando un aprendizaje más profundo y personalizado.

Originado en 1993 en las comunidades rurales de México, este innovador enfoque educativo obtuvo el reconocimiento del Consejo de Fomento de la Educación (CONAFE), órgano descentralizado de la Secretaría de Educación Pública, y se institucionalizó como una política pública. Con el apoyo de la Subsecretaría de Educación Pública, el modelo se expandió a telesecundarias en distintos estados mexicanos. Entre 2006 y 2012, se implementó en aproximadamente 9,000 escuelas que previamente habían obtenido los puntajes más bajos en la prueba nacional ENLACE, logrando mejoras significativas en los resultados de aprendizaje (Rincón Gallardo, Domínguez, del Real, & Cámara, 2009).

Más allá del rendimiento académico, Redes de Tutoría ha demostrado su eficacia en la promoción de habilidades del siglo XXI entre los estudiantes, incluyendo la autorregulación en el aprendizaje, niveles elevados de autoeficacia y el desarrollo de pensamiento crítico. Este modelo pedagógico ha trascendido fronteras y se ha adaptado a diversos contextos globales. Ejemplos de ello incluyen su implementación en centros de detención juvenil en California y su adopción en sistemas educativos de países como Honduras, Nicaragua, Singapur, Tailandia, Indonesia, Chile y Argentina.

En este modelo, la selección de temas se basa en el profundo conocimiento del tutor y la elección personal del tutorado. El tutorado emprende una investigación autónoma, con el tutor actuando como guía y mentor.

La relación con el tutor adopta una metodología socrática. A través de preguntas cuidadosamente formuladas, el tutor ayuda al tutorado a llegar a sus propias conclusiones, profundizando en aspectos que requieren mayor enfoque.

Al culminar el tema de estudio, el tutorado comparte públicamente sus aprendizajes, y se convierte, a su vez, en tutor de otros que deseen aprender sobre ese tema.

El saber adquirido mediante este modelo se convierte en un recurso accesible para toda la comunidad, extendiéndose a otros entornos escolares. Se fomenta una dinámica de aprendizaje en pequeños grupos o incluso a nivel individual.

La práctica de la Tutoría entre Pares incita a un cambio cultural sustancial dentro del sistema educativo tradicional. El modelo empodera a los estudiantes al permitirles liderar y gestionar su propio proceso de aprendizaje, y redefinir el rol del maestro, pasando de ser un mero transmisor de información a un aprendiz permanente.

Este enfoque presupone que cada individuo, tanto docente como estudiante, posee la capacidad de enseñar y aprender. Se establece una red interactiva de tutores y aprendices, cada uno de los cuales puede asumir ambos roles en diferentes momentos.

Se le concede al aprendiz todo el tiempo necesario para alcanzar el dominio completo de su tema seleccionado. Esta ausencia de presión temporal fomenta un ambiente propicio para el aprendizaje, teniendo en cuenta el papel crucial de las emociones en este proceso.

Este modelo estimula una transformación educativa que se origina en la relación entre docentes y estudiantes, y se extiende para desafiar las estructuras sistémicas que tradicionalmente han limitado esta relación. A diferencia de otros enfoques que puedan centrarse en modificar únicamente el entorno, la Tutoría entre Pares busca transformar la esencia misma de la relación educativa.

Este modelo adopta un enfoque centrado en el individuo y se sustenta en dos principios esenciales:

1) Empalme entre Intereses y Habilidades : El aprendizaje es más efectivo cuando se establece una relación entre alguien que desea fervientemente aprender algo y alguien que ya domina esa habilidad o tema específico.

2) Relación Personalizada : El aprendizaje no es un proceso aislado; sucede de manera más efectiva dentro del contexto de una relación personal, individualizada y significativa.

La Pedagogía del Vínculo

Este modelo se arraiga en la pedagogía del vínculo, que prioriza la escucha activa de los intereses, aspiraciones, necesidades y proyectos individuales de cada estudiante. Basándose en estos elementos, se facilita una educación más significativa y enriquecedora.

Este enfoque, simple y de gran impacto, ofrece la flexibilidad para ser incorporado en distintas metodologías educativas. Su implementación tiene el potencial de incitar cambios profundos y transformadores tanto en los procesos de aprendizaje como en los de enseñanza.

La travesía comenzó en el verano de 2022, cuando el equipo directivo aceptó probar esta innovación pedagógica. A continuación, se desglosa la teoría de acción que se propuso como base de esta experimentación.

Desarrollo de la Teoría de Acción

La teoría de acción formulada fue la siguiente:

“Si ofrecemos a los docentes la oportunidad de experimentar prácticas educativas centradas en el individuo, mediante a) la observación o modelización de parte de un entrenador y la observación de un colega que ya ha aplicado estas prácticas con éxito, y b) el seguimiento continuado de estudiantes con dificultades académicas, entonces estos docentes empezarán a cuestionar y reevaluar sus creencias pedagógicas previas. Como consecuencia, se sentirán motivados para modificar sus propias prácticas de enseñanza y adoptar la innovación educativa propuesta.”

Cabe destacar que posteriormente se identificó que esta hipótesis no se sostenía en su totalidad y que ciertos supuestos iniciales no se materializaron, lo cual será abordado más adelante.

La experiencia dio inicio durante las jornadas de planificación que preceden al comienzo del año académico, también conocidas como “Semanas de Gestión”. En este período, los alumnos no asisten a la escuela y los docentes aprovechan para llevar a cabo la planificación del año, la organización de sus actividades y su propia formación profesional. Durante estas semanas, se llevaron a cabo sesiones de modelización y se compartieron conocimientos con colegas internacionales, incluyendo un conversatorio con un equipo de docentes de Argentina realizado de manera online. A ello le siguió una modelización práctica en el área de geometría dirigida a todos los docentes de primaria.

Dado que esta es una propuesta basada en la libertad de elección, no se obligó a nadie a adoptar la nueva metodología inmediatamente. Sin embargo, después de la modelización, se extendió una invitación para aplicar la experiencia en un salón de clase. Una profesora de sexto grado expresó su interés y voluntad para implementar la nueva práctica en su aula. Las actividades iniciales incluyeron presencia del acompañante en el aula desde el primer día de clases, donde se comenzó a aplicar la tutoría con un estudiante seleccionado. La realización de la metodología dentro del salón de clases tenía un doble propósito: 1) permitir que los demás estudiantes observaran la metodología para animarse a participar, y 2) ofrecer a la docente una oportunidad para observar y evaluar sus efectos en tiempo real.

El Ciclo de Tutoría

El ciclo de tutoría se estructura en cinco etapas:

  1. Oferta y selección del tema a estudiar.
  2. Diálogo orientador con el tutor.
  3. Documentación continua del proceso de aprendizaje.
  4. Demostración pública de los conocimientos adquiridos.
  5. Compartir lo aprendido con otros miembros de la comunidad educativa.

La esencia del modelo reside en el diálogo interactivo entre el tutor y el tutorado, así como en el mantenimiento de un registro continuo del aprendizaje, que se actualiza a medida que se avanza en el proceso.

El Momento de la Demostración

La demostración pública de lo aprendido representa un hito crucial. En este momento, el estudiante tiene la oportunidad de presentar ante la comunidad educativa los conocimientos y habilidades adquiridas. Este acto no solo permite al estudiante destacar su progreso, sino que también facilita que la comunidad valore y aprecie el intrincado proceso de aprendizaje.

Expansión de la Metodología de Tutoría entre Pares

La metodología de tutoría entre pares ha demostrado ser contagiosa de manera positiva y versátil, aplicable a diversas áreas de aprendizaje como matemáticas, ciencias y comunicación. Basada en el concepto de crecimiento fractal, esta metodología favorece la auto-reproducción del aprendizaje, permitiendo su eficaz multiplicación a lo largo del tiempo.

Estudios de Caso: Ivanna y Paolo

La Experiencia con Ivanna

Ivanna, la primera estudiante tutorizada en este modelo, actuó como catalizadora para que más estudiantes se sumaran al proceso. Tras llevar a cabo una demostración pública de lo que había aprendido, Ivanna asumió el rol de tutora para sus compañeros de clase. El desafío de aprendizaje inicial con Ivanna se centró en calcular el tiempo restante hasta su “cumpleaños número 10,000”. Al detectar ciertas lagunas en su conocimiento, el desafío se adaptó a “¿Cuánto falta para mi cumplemes número 200?”, permitiendo un avance más gradual, pero efectivo en su aprendizaje.

La Experiencia con Paolo

Otro ejemplo es Paolo, quien eligió analizar el cuento “Ante la ley” de Franz Kafka, una obra que critica el sistema de justicia. Su demostración pública de lo aprendido ilustra el impacto positivo de la metodología en el aprendizaje individualizado.

Transcripción de la Demostración Pública de Paolo

Esta expansión del aprendizaje individualizado y la posterior multiplicación del conocimiento demuestran el potencial transformador de la metodología de Tutoría entre pares.

Paolo, en su presentación pública, desglosó el cuento “Ante la Ley” y compartió sus percepciones sobre justicia e igualdad. Aunque enfrentó obstáculos iniciales para entender el texto, el acompañamiento de su tutor le permitió superar estos desafíos. Este proceso no solo mejoró su comprensión del texto, sino que también lo impulsó a explorar más escritos, especialmente de Franz Kafka. Cerró su presentación con palabras de agradecimiento hacia su tutor.

Preguntas de Reflexión Durante la Demostración Pública

En el curso de esta experiencia pedagógica, se plantearon cuatro preguntas clave para la reflexión que se invita a ser compartidas en la Demostración Pública:

  1. ¿Qué aprendí?
  2. ¿Qué obstáculos enfrenté y cómo los superé?
  3. ¿Cómo me sentí durante el proceso?
  4. ¿Qué temas quisiera seguir investigando?

La tercera pregunta sirve como un barómetro emocional, permitiendo al alumno reflexionar sobre el enfoque pedagógico del tutor: un trato paciente y no directivo que favorece el autoaprendizaje. Este aspecto se incorpora como modelo para que el estudiante, al convertirse en tutor, pueda replicar este trato humano y facilitador.

La cuarta pregunta es fundamental ya que subraya que el aprendizaje es un proceso continuo, impulsado por la curiosidad. En este sentido, mantener viva la curiosidad es crucial para el aprendizaje sostenido y profundo.

Cambios Observados en la Participación Estudiantil

Inicialmente, la participación de los estudiantes era tímida debido a su novedad ya la falta de familiaridad con el enfoque. Algunos no deseaban ser tutorados. Sin embargo, tras las primeras demostraciones públicas, un creciente número de estudiantes se mostró dispuesto a involucrarse, hasta el punto de que todo el salón de clases expresó su deseo de participar. Este cambio refuerza el poder del modelo de tutoría para empoderar a los estudiantes y fomentar una cultura de aprendizaje colaborativo y auto-dirigido.

Matías, tras ser instruido en el desafío del “cumpledías”, eligió a su amigo Gianfranco como su tutorado. Este acto de elección es significativo ya que subraya un tendencia humana fundamental: la inclinación a compartir el conocimiento con quienes valoramos y apreciamos (Ver imagen 1).

La reflexión inmediata aquí es que cuando el aprendizaje es un proceso imbuido de emoción y significado, la necesidad de compartirlo con seres queridos es casi instintiva. Este fue el caso de Matías, quien, tras completar su tutoría y demostrar públicamente lo aprendido, optó por transmitir ese conocimiento a Gianfranco, su amigo. Este acto recuerda la experiencia histórica de las vacaciones de 1944, cuando Gabriel Cámara, desarrollador del modelo, fue tutorizado en geometría por su amigo Jorge Elizalde (Cámara, 2008).

Como Gabriel relata en su obra “Otra educación básica es posible” (2008), la experiencia desencadenó en él una transformación personal que lo levantó de “un inframundo educativo”, y marcó su compromiso de luchar contra el mismo tipo de desafíos para los demás. Esta historia ilustra la potencia del aprendizaje cuando se experimenta como un acto de amistad.

La implicación más profunda aquí es que el aprendizaje, cuando se contextualiza dentro de una relación de afecto y aprecio, tiene el potencial de no solo enriquecer la vida académica sino también de fortalecer los lazos sociales. Al compartir lo aprendido con aquellos que nos son importantes, no solo enriquecemos nuestras propias vidas sino que también co-creamos un entorno educativo más auténtico, significativo y transformador.

Imagen 1: Matías tutorando a Gianfranco en el desafío del Cumpledías.

Un elemento notable en esta metodología es la completa ausencia de aburrimiento, algo evidenciado visualmente en las expresiones enfocadas de Matías y Gianfranco (como se puede apreciar en la imagen). En esta interacción, tanto el tutor como el aprendiz están completamente absorbidos en un desafío cognitivo desafiante. Gianfranco está inmerso en comprender y dominar el material, mientras que Gianfranco está concentrado en cómo facilitar este proceso para su amigo.

Esta profunda concentración es lo que el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (2012) denomina “fluidez” o “flow”, un estado mental en el cual una persona está completamente inmersa en lo que está haciendo, caracterizada por un sentimiento de energía enfocada, disfrute completo en el proceso y un compromiso pleno en la actividad en cuestión .

Es especialmente destacable que este estado de fluidez se manifiesta en un contexto educativo, ya que, lamentablemente, la vida escolar cotidiana en muchas instituciones a menudo no favorece estos momentos. En lugar de aburrimiento o desinterés, la metodología de la tutoría, centrada en el afecto y la colaboración, fomenta un ambiente que permite alcanzar este óptimo estado psicológico. Y al hacerlo, no solo mejora la calidad del aprendizaje, sino que también enriquece la experiencia educativa de una manera emocionalmente significativa.

Un tercer elemento que quisiera resaltar, y que es patente en la imagen, es la importancia de una “mirada atenta” en esta metodología. Estar completamente enfocado en las necesidades del aprendiz para facilitar la comprensión de sus procesos de pensamiento y sus desafíos personales. Esta atención enfocada permite al tutor ofrecer andamiajes precisos en momentos críticos, evitando que el aprendiz experimente una frustración desmedida. Es crucial tener en mente que un aprendizaje efectivo debe ser retador, pero no tan abrumador que resulte en desmotivación o frustración.

La mirada atenta del tutor es por tanto crucial. Ofrece ayuda y apoyo de manera ajustada, sin entregar la solución de manera específica. Como bien apunta Gabriel Cámara en este video, “nadie aprende si no le dan la atención”. Pero esta atención no es meramente un acto pedagógico; es también un acto transformador y ético que beneficia tanto al que ofrece como al que recibe la tutoría. Gabriel añade en este video que “el aprendizaje es más una cuestión ética que técnica; es una cuestión de un entorno de aceptación, de respeto y de libertad”.

En este contexto, ambos participantes están completamente concentrados, y el aula se transforma en un espacio fértil para el aprendizaje profundo y significativo. Esta metodología pivota en torno a tres herramientas clave, las cuales son: El cuaderno de registro del proceso de aprendizaje, el diario de tutoría y el catálogo de temas.

1Cuaderno de Registro del Proceso de Aprendizaje.

El Registro del Proceso de Aprendizaje (RPA) es una herramienta para el aprendiz que consiste en anotar sus pensamientos, reflexiones y dificultades durante el proceso de aprendizaje. El RPA tiene como objetivo promover una comprensión profunda y fomentar la práctica reflexiva del aprendiz. Es un cuaderno en el que el aprendiz registra lo que está aprendiendo, cómo lo está aprendiendo y qué está haciendo para solucionar los problemas que surgen durante el proceso. Esto permite a los tutores y aprendices reflexionar sobre el progreso y seguir mejorando juntos.

2Diario de Tutoría.

El Diario de Tutoría es una herramienta en la que el tutor plasma su práctica reflexiva. En este cuaderno, el tutor registra sus observaciones, preguntas y notas acerca del estudiante que está tutorando. Es fundamental contextualizar antes de ofrecer un tema al estudiante. Por ejemplo, si el tema es matemáticas, es importante conocer la relación que el estudiante tiene con esta materia, cómo ha trabajado en el pasado y qué dificultades ha enfrentado. Si el tema es justicia o lenguas, también es necesario realizar un diagnóstico para entender al estudiante y ofrecerle el desafío intelectual adecuado en un contexto de amistad. El Diario de Tutoría permite al tutor llevar un registro de todo esto y proporcionar una tutoría personalizada y efectiva.

En mi diario de tutoría anotaba mis observaciones de los nuevos tutores para ayudarlos en su proceso de aprender a enseñar. Aquí quiero resaltar el elemento de la sorpresa.

Un aspecto fundamental en la enseñanza es mantener viva la capacidad de asombro. La sorpresa es esa reacción de asombro que surge cuando algo inesperado ocurre. En la educación, debido a la rutina, la sorpresa puede ir desvaneciéndose, ya que todo está controlado y planificado. Sin embargo, la vida es más enriquecedora cuando se aprende a maravillarse. Dado que cada individuo es único, posee la capacidad de sorprender y ser sorprendido, gracias a su libertad. En esta metodología, la sorpresa comienza a resurgir.

Durante una sesión de tutoría en la que observaba a Ivana tutorar a su compañera con el objetivo de proporcionar retroalimentación, escribí lo siguiente en mi diario de tutoría:

Uno de los axiomas fundamentales del modelo de tutoría es que uno solo puede enseñar aquello que realmente domina. En esta línea, el tutor elabora un inventario de los temas que domina con precisión, generando lo que denominamos un “catálogo de temas”.

Más Allá del dominio: La Pasión como Prerrequisito para Enseñar

Este catálogo de temas no es solo un listado de conocimientos; es también un reflejo de la pasión del tutor por los temas que está dispuesto a enseñar. Me gustaría reformular y ampliar este principio al decir que “nadie debería enseñar aquello por lo que no siente pasión”. Los docentes que dejan una huella indeleble en sus estudiantes y los inspiran a seguir una carrera en un campo particular son, sin excepción, apasionados por su materia.

Este principio podría parecer obvio, pero en la realidad educativa no siempre es así. A menudo, los docentes abordan la enseñanza desde la rutina más que desde la pasión. Tal vez la rutina sea un asesino silencioso de la pasión.

La Introspección Profesional en la Relación Tutora

La innovación que aporta la relación tutora a la evolución profesional reside en su exigencia de autenticidad. En este modelo, el tutor realiza un ejercicio de introspección profesional para evaluar con sinceridad qué temas dominan a fondo y en los cuales tiene auténtica solvencia. Este ejercicio de autenticidad no solo refina el catálogo de temas, sino que también asegura que el aprendiz se beneficia del conocimiento y la experiencia de un verdadero experto en la materia.

El caso de Mateo: Descubrimiento y Transformación

Inicialmente, tutorié a Mateo, un estudiante al que la profesora había identificado con un tipo de autismo. La docente me comentó que Mateo solía dibujar figuras en el aire durante sus clases. Tras recibir la invitación del docente para tutorarlo, él aceptó. En nuestras primeras conversaciones, pude entender sus intereses, como los vídeos que disfruta y los videojuegos. Le propuse abordar el tema de aritmética mediante los desafíos del “cumpledías” y el “cumplemés”, pero resultaron no ser de su interés.

En ese momento, decidí orientar la tutoría hacia una actividad más práctica dado su interés en los juegos y lo digital. Pensé en los kits de robótica que están disponibles en todas las escuelas públicas. Le sugerí que trabajemos en la programación de un robot cocodrilo que pueda abrir y cerrar la boca en base a dos sensores. Mateo demostró un alto nivel de inteligencia espacial al ensamblar el cocodrilo de Lego con notable rapidez. Este talento se hizo aún más evidente cuando comparé el tiempo que le tomó a un compañero de clase completar la misma tarea.

Posteriormente, nos dirigimos a la sala de computación para programar el robot utilizando un software especializado. Para ello yo también tuve que aprender a programar y me comuniqué con los proveedores de Lego para poder usar los software adecuados. Si bien el proceso fue desafiante, Mateo logró programar exitosamente el robot. Durante su demostración pública, pude ver la felicidad y el orgullo en su rostro, ya que era una de las pocas veces que había tenido la oportunidad de demostrar un aprendizaje frente a la clase.

Creación de una Red de Tutoría: Confianza y Compromiso

En aproximadamente dos semanas, logré reunir suficientes tutores para implementar una red de tutoría completa en el salón de clases. La confianza genuina en las habilidades de los estudiantes como aprendices y tutores generaron un ambiente sorprendentemente positivo. Los que asumieron el rol de tutores se mostraron comprometidos y enfocados en ayudar a sus compañeros. De igual manera, los tutorados mostraron una dedicación intensa, centrándose exclusivamente en la resolución de los problemas propuestos.

Los especialistas de UGEl

Otro supuesto fue que si los especialistas del órgano descentralizado vivencien la experiencia, entonces se convencerán de la misma y se animarán a difundirla e implementarla. Para ello invité a una capacitación al equipo de especialistas. El día acordado se acercaron a la escuela 17 especialistas. Luego se invitó a los estudiantes para que de manera libre tutoríen a los visitantes. Los estudiantes que se animaron a hacerlo se dirigieron al área del comedor con sus materiales. En este momento los estudiantes dominaban uno o dos temas de catálogo. Luego de la tutoría se hizo un conversatorio con los especialistas y los niños presentes para recoger su inquietudes y expectativas. Los visitantes ofrecieron sus impresiones positivas del mismo.

Especialistas de una Unidad de Gestión Educativa Local de Lima siendo tutorados por estudiantes.

Sin embargo, descubrí que no es suficiente la vivencia de una experiencia innovadora por parte de los funcionarios públicos. Quizá hagan falta otros elementos como la convicción y participación de un jefe superior para que decida aplicarla y sea parte de su repertorio de intervenciones para su territorio junto con otros dispositivos de política pública.

Conclusiones

La experiencia de tutoría entre pares ha demostrado ser una herramienta pedagógica sumamente valiosa en varios aspectos:

1. Mejora del Aprendizaje Autónomo : La tutoría entre pares fomenta la independencia y el autoaprendizaje, habilidades esenciales para el futuro educativo y profesional de los estudiantes.

2. Fomento de Habilidades Sociales : La interacción directa entre los estudiantes mejora habilidades sociales como la comunicación, la empatía y el trabajo en equipo.

3. Desarrollo de Liderazgo y Autoestima : Los tutores a menudo muestran un aumento en la autoestima y las habilidades de liderazgo al asumir la responsabilidad del aprendizaje de otro compañero.

  1. Personalización del Aprendizaje : Este enfoque permite una enseñanza más personalizada, ya que los tutores pueden adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades específicas de su compañero.

6. Reforzamiento del Contenido : Enseñar es una forma efectiva de aprender. Los tutores no solo ayudan a sus compañeros sino que también refuerzan su propio entendimiento y retención del material.

  1. Inclusividad y Diversidad : La tutoría entre pares ofrece una plataforma para que estudiantes de diversas habilidades y antecedentes interactúen en un entorno académico.
  2. Optimización de Recursos : En contextos donde los recursos y el tiempo del docente son limitados, la tutoría entre pares sirve como un método eficaz para asegurar que más estudiantes reciban atención individualizada.
  3. Cambio Cultural : A largo plazo, la tutoría entre pares puede contribuir a crear una cultura de aprendizaje colaborativo y de respeto mutuo, lo cual es beneficioso para toda la institución educativa.

En resumen, la tutoría entre pares no solo beneficia a los estudiantes en términos académicos, sino que también contribuye al desarrollo de otras habilidades como la sana convivencia, colaboración, escucha activa y desarrollo de aprendizaje autónomo.

La experiencia de tutoría entre pares ha sido sumamente enriquecedora para mí, ya que me proporcionó una perspectiva única sobre las ventajas y el potencial intrínseco de un enfoque educativo centrado en el individuo. Este método ha fortalecido mi creencia en la tutoría como una innovación capaz de transformar no solo a las instituciones educativas individuales, sino también al sistema educativo en su conjunto. En un futuro cercano, compartiré mis observaciones y reflexiones sobre la implementación de esta estrategia en México, así como mis pensamientos en torno a su escalabilidad.

Es crucial subrayar la importancia de desarrollar y popularizar estrategias que empoderan a las personas para alcanzar una autonomía en el aprendizaje. Tal independencia es un pilar fundamental para fomentar una ciudadanía activa, saludable y comprometida con el bienestar colectivo. Sin la habilidad de tomar decisiones informadas y aprender de manera autónoma, las personas se encuentran limitadas en su capacidad para participar efectivamente en la construcción de una comunidad más próspera y justa.

Referencias

Cámara, G. (2008). Otra educación básica es posible. Siglo XXI.

City, Elizabeth, Elmore, R., Fiarman, S., & Teitel, L. (2009). Instructional rounds in education: A network approach to improving teaching and learning. Harvard Education Press.

Csikszentmihalyi, M. (2012). Fluir: Una psicología de la felicidad. Editorial Kairós.

Farrell, J., Manion, C., & Rincón-Gallardo, S. (2017). Reinventing Schooling: Successful Radical Alternatives from the Global South. En K. Bickmore, R. Hayhoe, C. Manion, K. Mundy, & R. Read (Eds.), Comparative and International Education. Issues for Teachers. Canadian scholars’ Press.

Rincón Gallardo, S., Domínguez, E., del Real, A. S., & Cámara, G. (2009). Valoración de la puesta en marcha de un modelo alternativo para telesecundarias unitarias y bidocentes. En S. Cueto (Ed.), Reformas pendientes en la educación secundaria (pp. 363–407). PREAL.

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