Revitalizando la Lectura en Latinoamérica: Estrategias Innovadoras y Efectivas con Vanessa Castro

 


La mejora de la comprensión lectura y el desarrollo del gusto por la lectura es un anhelo común para muchos países de Latinoamérica y del mundo. Es por ello que es importante conocer experiencias y personas que han dedicado su vida a ello. Una de ellas es Vanessa Castro, educadora y experta en lectura de Nicaragua. Quien además ha implementado programas de mejora de lectura en El Salvador, Ecuador y Colombia.

Vanessa es una consultora independiente cuya pasión y experiencia en el campo educativo se reflejan en su impresionante trayectoria académica y profesional. Con un doctorado en Educación en la Universidad de Harvard y un diplomado en lectura y escritura de la Universidad de Laguna, su enfoque se centra en la investigación de la calidad educativa, la primera infancia y la multiculturalidad. Su especialización en la enseñanza de lectura y escritura en los primeros grados de primaria resalta su compromiso con las bases fundamentales de la educación.

Sus contribuciones al mundo académico incluyen publicaciones recientes como un capítulo en el libro “ Experiencias exitosas en la evaluación oral de la lectura: recomendaciones de donantes, implementadores y profesionales ”, publicado por el Instituto de Estadística de la UNESCO (2016).

En esta publicación comparto las ideas clave de la conversación con Vanessa. A mi parecer es un recurso útil para todos aquellos interesados en realizar mejoras efectivas a gran escala en la lectura para niños en edad preescolar y primeros grados. Fue una conversación inspiradora, puesto que a pesar de tener muchos años en este tópico continúa con la misma pasión y convencimiento acerca de la transformación educativa en nuestros países hermanos.

Desideologización de los Métodos de Lectura

Vanessa enfatiza la importancia de evitar las luchas ideológicas sobre los métodos de enseñanza de la lectura. Plantea que las propuestas educativas no deben teñirse por posturas políticas. Conoce que en algunos países ha habido oposición al uso de la medición de cuántas palabras se leen por minuto. Esta evaluación rápida se conoce como valoración de la fluidez lectora, pero no mide solo la velocidad con que se leen palabras y su número, sino que valora cuántas palabras se leyeron correctamente en 60 segundos con la prosodia apropiada. En algunos países, la desconfianza sobre el uso de esta medición se debió a que era promovida por entidades vistas por algunos grupos como impulsoras del capitalismo. Desgraciadamente, la oposición a este aspecto de la evaluación de la lectura en los primeros grados — la cual debe ser complementada por otras valoraciones — no descansaba en argumentos científicos, sino en prejuicios y ciertas confusiones. Medir la fluidez lectora es un proxy para determinar cuánto se acercan o no los estudiantes a las metas de palabras a leer correctamente en cada grado. Estas metas han sido fijadas a nivel internacional y, cuando se usan, resultan de gran utilidad, pues permiten saber cómo va el proceso de automatizar la lectura, esto es, poder descifrar lo que cada palabra significa con cierta rapidez. Automatizar es crucial para mejorar la lectura porque la comprensión de lo que se lee está asociada a la capacidad de dedicar la atención a descifrar significados y no a saber las letras que componen cada palabra. Si se lee despacio y pronunciando mal las palabras, sin tomar en cuenta acentos, puntos y comas, el significado de las oraciones se vuelve confuso. Un ejemplo conocido es: “vengan a comer, niños”, que difiere de “vengan a comer niños”.

En Perú, este tipo de valoración rápida de la fluidez fue rechazada. Recuerdo en el año 2008, mientras cursaba mi maestría en Políticas Educativas en la PUCP, haber participado de un encuentro de la presentación del libro del Banco Mundial “Por una educación de calidad para el Perú” en el que Luis Crouch(2006), un economista especialista en políticas educativas, presentó la propuesta de fluidez lectora y recibió mucha oposición a pesar del sustento científico que mostró. La crítica era por la simplicidad de dicha medición. A mi parecer, toda herramienta es útil si se orquesta en consonancia de otras herramientas. En la medicina se usa el termómetro para un rápido diagnóstico de presencia de enfermedades, pero hay múltiples herramientas de diagnóstico. Evaluar los avances educativos es más complejo y no se tienen herramientas tan sofisticadas como por ejemplo una resonancia magnética, pero es indispensable evaluar el aprendizaje de procesos específicos para apoyar sobre todo a quienes van rezagados.

Además, existe en el Perú una falsa dicotomía entre métodos de aprendizaje de la lectura. Se ha creado una oposición entre el enfoque comunicativo textual y la conciencia fonológica. Y por eso pregunte a Vanessa: ¿Qué piensas de las posturas de algunos equipos curriculares de gobiernos contra la fluidez lectora, porque crees que tienen esa reticencia aceptarla como herramienta en Perú, por ejemplo, hay un rechazo hacia el método fónico? ¿por qué crees que tienen ese pensamiento y cómo les responderías?¿Lo has visto en otros países? Al respecto estos fueron sus comentarios:

Sí, he visto en Congresos de lectura en Latinoamérica cierto rechazo a las evaluaciones cortas como la que permite hacer EGRA, en español, sus siglas son ELI por Evaluación de Lectura Inicial. No se ha percibido que las evaluaciones rápidas son un mecanismo complementario que dan una fotografía –no un video — , de cómo están leyendo y comprendiendo los estudiantes de los primeros grados. La evaluación rápida debe complementarse con evaluaciones a profundidad, pero con los tiempos de clases disminuidos por múltiples tareas administrativas que realizan los docentes y a veces con años escolares recortados por pandemias, desastres naturales o políticos, este tipo de evaluación corta sirve para dar un Norte. Los países en donde los currículos no incluyen el método fónico es posible que desconocen la evidencia científica a su favor surgida de cientos de estudios hechos en muchísimos países incluyendo España. También se debe tener en cuenta que hay rechazo hacia la evaluación en muchas partes del mundo, se le teme porque ha sido usada como elemento punitivo, pero también porque no tenemos costumbre de hacer “rendición de cuentas. En algunos congresos de lectoescritura en que participé consideraban que la creación de instrumentos de evaluación cortos y de fácil uso era una política impulsada por agencias de Estados Unidos y por tanto obra del imperialismo. Es triste ver como los latinoamericanos tenemos una enorme habilidad para ideologizar y hacer conflicto donde no hay, pues el método fónico no se contrapone a la imperativa necesidad de que los estudiantes lean para comprender. Si nos imaginamos una escalera el método fónico es sólo un primer peldaño en la construcción de las habilidades lectoras. Al estudiar en Laguna me di cuenta que los españoles han hecho un gran esfuerzo porque la evaluación rápida ELI sea una herramienta científica para saber quienes van rezagados y poder darles un apoyo especial, y en general para mejorar la lectura de todos los estudiantes. Por otro lado, hemos olvidado que enseñar a leer además de ser una ciencia es un arte, y por tanto lograr que leer sea una fuente de placer y diversión sobre todo para los niños y niñas en pobreza quienes no acceden a otros medios de esparcimiento como cine o televisión. La lectura que da goce ayuda a que los estudiantes aprendan más y mejor. Y ese aspecto de enseñar a leer promoviendo la diversión no ha sido muy tomada en cuenta.

Campañas Articuladas y Sistémicas

La educación es clave para el desarrollo sostenible y la equidad. Y para darle promoverlos, Vanessa resalta la eficacia de que en los territorios se impulsen campañas de lectura y de aprendizaje divertido, que incluyan la participación del gobierno, la sociedad civil, empresas privadas, ONGs y actores locales, especialmente en preescolar y los primeros grados de primaria. En los distintos países donde ha disminuido el analfabetismo las estrategias sistémicas e incluyentes han sido clave.

La comprensión lectora es más desafiantes que la fluidez lectora

Comentó lo siguiente sobre los desafíos de aumentar la comprensión lectora.

En la campaña impulsada en Nicaragua denominada “Vamos a leer, que es divertido”, hubo mucha mejorías en fluidez lectora, pero los avances en comprensión fueron lentos. La comprensión lectora es más difícil de trabajar porque requiere que los maestros y las maestras tengan la capacidad de hacer preguntas no solo interesantes, sino también preguntas que fomenten en los niños pensamiento crítico y capacidad de hacer inferencias. Las preguntas ideales parten del conocimiento del entorno de los estudiantes y ligan lo que leen con su vida. Leer mejora cuando se promueve la automatización de la fluidez al trabajar simultáneamente casi con el método fónico combinado con la enseñanza los nombres y formas de las letras. Para mejorar la lectura es indispensable practicar por ello se recomienda hacer muchas lecturas tanto orales de toda la clase, como individuales o en grupo. En preescolar la maestra puede leer y pedir a los pequeñitos que sigan en el libro con la vista lo que ella lee. Así se familiarizan con la dirección en que se lee, con las letras y sus sonidos. Los niños tienen que aprender que en español leemos de izquierda a derecha y a linea seguida no en columna, a diferencia de otros idiomas como el árabe o el chino.

Entonces, trabajar con las estrategias fonéticas es simplemente una etapa precursora pues el lenguaje es un conjunto de sonidos que dominamos mucho antes de ir a la escuela por lo cual comenzar con lo oral es comenzar con lo conocido.

Métodos Efectivos

Luego le pregunté cuál era su opinión respecto del reciente reporte del Center for Global Developtment titulado: Fonética y ayuda exterior: ¿Puede Estados Unidos enseñar al mundo a leer? en el que se descubrió que las estrategias más potentes son tres: la conciencia fonológica, la fonética sintética y la lectura oral guiada (2023). Vanessa estuvo de acuerdo con que son claves y se complementan. La conciencia fonológica es aprender los sonidos de las letras sin mostrar como se ven, se hace a través de figuras, fotografías, separando palabras en sílabas, o en los sonidos de las letras que las componen. La fonética sintética pasa por unir esos sonidos con las formas de las letras y conocer los nombres de estas. La lectura oral guiada ayuda muchísimo a consolidar el proceso.

Además, Vanessa resaltó que es clave aprovechar las ventanas de oportunidad que ofrecen los primeros años de vida de los niños quienes cuentan en ese período están ampliando y consolidando las conexiones de su tendido de redes neurológicas:

En preescolar, y de primero a tercero los estudiantes deben aprender a leer, a partir de cuarto grado deben leer para aprender. Es en esos primeros escalones de la escuela que se da la disponibilidad máxima para el aprendizaje de la lectura y las bases de la matemática. El cerebro sigue creando conexiones neuronales posteriormente, siempre podemos seguir aprendiendo, pero en el caso de la lectoescritura aprender se relentiza un poco. Está demostrado que enseñar algún aspecto de la lectura en primer grado puede tomarle al docente diez minutos, pero en sexto toma media hora. Conociendo los niveles de deserción de nuestros países, la urgencia de enseñar temprano a leer y escribir es grande pues muchos niños y niñas dejan la escuela antes de quinto grado y se vuelven analfabetas funcionales.

… el principal trabajo que tiene nuestro sistema es implementar políticas educativas inclusivas que creen equidad. Actualmente los resultados TERCE, ERCE, PISA evidencian que los mayores rezagos en rendimiento están entre quienes viven más exclusión, mas aún entre quienes hablan una lengua materna que no es español. La campaña de lectura de Nicaragua se impulsó en escuelas públicas aisladas y pobres. Nos dedicamos a trabajar con aquellos que el sistema tiende a expulsar, dando la lucha para que no engrosaran las filas del analfabetismo.

Esta fue una idea que me impactó: el sistema educativo está diseñado para avanzar con los que tienen más facilidades, dejando de lado a los que tienen dificultades, lo que resulta en la exclusión de aquellos que necesitan más oportunidades de aprendizaje.

Los clásicos de la literatura para el bienestar socioemocional

Sobre el uso de los clásico estuvo de acuerdo con su aporte al desarrollo intelectual. La única sugerencia fue que sean adaptados según la edad.

Mi amor por la lectura surgió a partir de los clásicos. Yo comencé a leer a los cinco años porque mi papá era un amante de la mitología. Los primeros libros que leí, aparte de ‘Corazón’ de Edmundo de Amicis, fueron ‘La Eneida’ y ‘La Ilíada’, pero eran versiones para niños, porque yo era una niña de cinco, seis, siete años cuando leí todo eso. …. Por ejemplo, ‘El Señor de los Anillos’ es difícil de pensar que lo van a leer. Pero lo leen, o sea, los chavales se interesan… La magia, en un mundo duro como el que, por lo menos, se ha vivido en Nicaragua… la magia es algo que te ayuda a estar sano. Porque si no te deprimes, afliges, preocupas, te da ansiedad. Entonces, que se escapen un poco, yo lo veo muy sano, porque así pueden, por lo menos durante el tiempo que están leyendo esos libros, pensar en orcos en vez de pensar en policía, pensar en guerras que son imaginarias con elfos y enanos, en vez de pensar en narcotraficantes,

Tips para implementadores

Al finalizar le pedí que compartiera recomendaciones para un equipo de implementadores de un sistema educativo para el fomento de la lectura

Distribuir libros. Sin libros, revistas, periódicos, novelas gráficas, no se puede aprender a leer. Hay que distribuirlos a todas las escuelas marginadas, pero también fomentar que los estudiantes accedan a relatos orales. Nuestros pueblos tienen una oralidad riquísima, a veces menospreciada, hay historias orales con lecciones importantes que nuestros pueblos originarios han guardado y repetido y que son maravillosas para que que los niños además de interesarse valoren su identidad.

Las lecturas guíadas y los relatos orales de papas, abuelos mamás, abuelas a los niño-as deben ser fomentados. Apoyar el ingreso de los niños a los preescolares, que a veces olvidamos son parte del engranaje para llegar a primer grado. Yo ni siquiera los veo como dos entidades separadas.

Y lo otro, fomentar la lectura guiada para los más chiquitos, en primero y segundo grado. Saber escoger los libros que se distribuirán es muy importante deben tener letras de buen tamaño, muchas ilustraciones en preescolar y primer grado para que puedan hacer inferencias mientras leen. Si les das ‘La Odisea’ en una letra tamaño 8, se van a cansar, tienen ojitos desacostumbrados a estar enfocados, entonces hay que gradualmente ir elevando el nivel de la lectura. Pero si, darles muchos cuentos. Los cuentos y las lecturas variadas son para los niños esenciales. .. como seres humanos tenemos distintos intereses y no todos tienen que ver con nuestro género. Puede que una niña le interesen lecturas de piratas, o detectives, no debemos tampoco tener miedo a los cuentos de princesas clásicos a la maestra le tocará hacer preguntas que permitan pensar en las mujeres jugando otro rol distinto a “ser despertada o salvada por un príncipe”. Se les puede pedir que jueguen con los roles y que sea la princesa la que salva al muchacho.

Conclusiones

Vanessa Castro, con su vasta experiencia y dedicación en el campo de la educación, ofrece una perspectiva enriquecedora y pragmática sobre cómo mejorar la lectura en América Latina. Enfatiza la necesidad de implementar campañas educativas integrales y sistémicas que involucren a diversos sectores de la sociedad. Estas campañas deben ser especialmente efectivas en los primeros grados de primaria, donde se sientan las bases del aprendizaje de la lectura.

Sobre los métodos efectivos, Vanessa concuerda con la combinación de conciencia fonológica, fonética sintética y lectura oral guiada. Estos métodos, cuando se utilizan juntos, son sumamente efectivos en la enseñanza de la lectura en los primeros años.

Finalmente, Vanessa brinda recomendaciones prácticas para los implementadores de programas educativos, destacando la importancia de la distribución de libros, el fomento de la oralidad y la lectura guiada. Estas prácticas deben comenzar desde los primeros años escolares y adaptarse a las necesidades y intereses de los niños.

En resumen, la conversación con Vanessa Castro revela su compromiso profundo y su enfoque innovador hacia la mejora de la lectura en América Latina, proporcionando valiosas lecciones y estrategias para cualquier persona interesada en la educación.

Referencias

Crouch, L. (2006). Por una educación de calidad para el Perú: estándares, rendición de cuentas y fortalecimiento de capacidades. Banco Mundial.

Milliken, L. (2023). Phonics and foreign aid: Can America teach the world to read? Center For Global Development. Retrieved January 24, 2024, from https://www.cgdev.org/publication/phonics-and-foreign-aid-can-america-teach-world-read

UNESCO Institute for Statistics. (2016). Understanding what works in oral reading assessments. UNESCO.

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