El esfuerzo
Interesantes las palabras que pone Alfredo en su carta semanal, acerca del esfuerzo en los jóvenes:
La analogía formativa me parece evidente: en la vida tenemos situaciones que nos exigen, que demandan de nosotros esfuerzo, cansancio a veces, romper con nuestras zonas de comodidad, pero son precisamente esas cosas las que al final nos hacen crecer como personas. Evitarle a los chicos esos retos y cansancios, lejos de de ayudarles, traba su desarrollo y deja que la insatisfacción y el tedio manden en su vida.
Es la vieja historia de la oruga a quien un compasivo observador ayuda a liberarse de su pesado capullo. Lamentablemente, al no forzar sus alas para romper el capullo, al salir antes de tiempo, queda como contrahecha y tullida, y no puede nunca volar. Moraleja: necesitaba esas horas de esfuerzo. La compasión del observador fue su perdición.
Totalmente cierto. No debemos de negarle a nuestros hijos y alumnos la posibilidad de asumir grandes retos. Debemos ayudarlos a enfrentar el esfuerzo y que descubran la dimensión plenificante y positiva de la vida.
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