Reseña del libro «Los nuevos significados del cambio educativo» de Michael Fullan

Hace cerca de un mes salió la sexta edición del último libro de Michael Fullan, Los nuevos significados del cambio educativo, una obra que considero lectura obligatoria para cualquier persona interesada en políticas públicas y justicia social. Se trata de un destilado de más de 50 años de investigación, asesoría y evaluación de cambios en sistemas educativos completos. Si te interesa el cambio sistémico, definitivamente tienes que leerlo.

El libro analiza 60 años de reformas educativas en todo el mundo, aunque se enfoca principalmente en el ámbito anglosajón. Por eso realicé una investigación con la ayuda del asistente de Inteligencia Artificial Gemini y Grok sobre 60 años de reformas educativas en el Perú, buscando hacer un análisis comparativo del caso peruano. Una de las conclusiones de dicha investigación es que en el Perú han habido esfuerzos de reforma sistémica en varios momentos, sin embargo sin una política de sostenibilidad no es posible instalar cambios duraderos. Urge también extender este análisis a Latinoamérica, pues es natural que haya mayor abundancia de información, análisis y datos en el mundo anglosajón y del hemisferio norte. Necesitamos generar más información para entender mejor las reformas que se han venido dando, aunque muchas hayan tomado como referente a algunas del hemisferio norte.

El gran diagnóstico de Fullan

La síntesis que hace Michael es contundente: ha habido un fracaso rotundo en los sistemas educativos de los últimos años, sin cambios significativos. Vale la pena revisar su análisis porque es exhaustivo. Fullan también hace una revisión autocrítica, reconociendo que no es que sus ideas hayan fracasado, sino que los sistemas no estaban preparados y no pudieron implementar los cambios que muchos de esos análisis proponían.

El significado del cambio educativo en su primera edición salió en 1982 y marcó un hito en la historia del movimiento de investigación sobre mejora escolar y eficacia educativa. Como un arquitecto de consensos, Fullan descubrió que el cambio no significa lo mismo para todos. Una vez que comprendes que significa algo distinto para cada actor del sistema, puedes al menos generar empatía y liderar mejor las transformaciones.

No es lo mismo liderar un cambio como gobernante —con tiempos políticos cortos y buscando mérito político— que hacerlo desde un nivel intermedio, o desde la perspectiva de un director o profesor de aula. Cada quien comprender y siente el mismo cambio de manera distinta: algunos lo ven como una moda o imposición, otros como esperanza, y algunos como algo negativo.

La solución: significado compartido

La solución que propone Fullan para iniciar cambios exitosos es esforzarse en generar, mediante interacciones profundas y continuas, un significado compartido y colectivo del cambio que se quiere implementar. En su libro “Coherencia: los impulsores correctos para escuelas, distritos y sistemas” lo define como la “comprensión compartida profunda de la naturaleza del trabajo” (p.45). Se necesita significado compartido, no significado dividido, que es lo que predomina hoy en día en la mayoría de cambios, razón por la cual no logran implementarse.

Este es el gran aporte de Michael: introduce la comprensión de por qué a veces los cambios fracasan al no entender el significado del cambio para cada actor involucrado. Y no hacer algo para la construccion compartida de significado.

El recorrido intelectual de un visionario

El libro incluye un análisis de sus obras anteriores, mostrando el acento de cada uno, además de otras obras importantes sobre cambios organizacionales, como el trabajo icónico del gran Seymour Sarason en su libro “La cultura de la escuela y el problema del cambio”. Fullan tiene una extraordinaria capacidad de síntesis de mucha literatura, habilidad que pone al servicio del cambio y la mejora escolar.

Hay una anécdota reveladora que narra en su libro Cambio surrealista: La vida real de transformar la educación pública (una autobiografía): su esposa Wendy le dijo «Tú haces un gran análisis, pero ¿de qué sirve si no vas a obtener soluciones y ayudar a la gente?» (p. 89). En ese momento él todavía estaba en la Facultad de Educación de Toronto, y esa frase lo impulsó a no solo permanecer en la academia, sino a poner sus habilidades al servicio de la escuela y el cambio escolar.

Esta decisión obviamente tuvo consecuencias en su relación con cierto sector del mundo académico, donde algunos prefieren mantenerse en el ámbito puramente teórico. Fullan tuvo la valentía de entrar al mundo de los sistemas y redes escolares para hacer transformaciones y sistematizarlas. Es admirable que no se haya quedado solo en el análisis, sino que haya puesto su conocimiento al servicio de la práctica educativa.

La propuesta: el modelo de los 8 factores y NEXT

El libro termina con una propuesta que llama «los “8 factores” y su modelo «Next», una propuesta que él desarrolla siempre con acrónimos o ideas sintéticas.

Los 8 factores

Los ocho factores son: Propósito/Significado, Pertenencia, Tiempo, Autonomía, Buenos líderes (determinación conjunta), Maestros y estudiantes trabajado y diseñando juntos, Vinculación comunitaria e Inteligencia Artificial. Se destaca la importancia de dedicar tiempo intencionalmente a los otros siete factores para generar efectos interactivos significativos. La colaboración estrecha entre docentes y estudiantes como «copilotos» en la construcción del futuro es un factor clave.

El modelo NEXT

El modelo NEXT es presentado como una alternativa al modelo actual, denominado modelo NOW, que se centra en fundamentos, exámenes y pruebas estandarizadas.

Tiene cinco componentes principales:

• Propósito: Ser Bueno en la Sociedad, Ser Bueno para la Sociedad. Este componente se centra en el nuevo propósito de la educación, que debe ir más allá de los logros académicos básicos y enfocarse en la contribución de los individuos a la sociedad.
• Las 6 C o 6 Competencias Globales. que son:
  
  • Carácter/Compasión
  • Ciudadanía.
  • Colaboración.
  • Comunicación.
  • Creatividad.
  • Pensamiento Crítico.
• Elementos de Diseño de Aprendizaje. Este componente se refiere a cómo se estructura y facilita el aprendizaje para desarrollar las competencias globales y alcanzar el propósito definido
• Evaluación de Resultados. Este componente se enfoca en el desarrollo de nuevas métricas y sistemas de evaluación alineados con las competencias globales, en contraposición a las métricas tradicionales basadas en pruebas de conocimientos básicos.
• Transformación de la Cultura del Sistema y su Organización. Aborda la necesidad de cambios explícitos en la estructura y la cultura del sistema educativo para sostener el nuevo paradigma.
  

Estoy de acuerdo en que, ante la complejidad, lo que más ayuda es tener puntos concretos de acción, como una brújula que ayuda a navegar la complejidad. Esto caracteriza realmente todos sus libros.

El libro vale la pena ser revisado, y sí hay esperanza. Obviamente incluye la inteligencia artificial como un elemento no menor a considerar. Vale la pena revisarlo, entenderlo y discutirlo como un aporte interesante.

Una reflexión personal

En un momento del libro, Fullan habla de casos exitosos de cambio a gran escala, mencionando experiencias en Brasil, un grupo de escuelas en Santiago de Chile, Uruguay con Plan Ceibal, Australia meridional, Canadá, Corea del Sur, Reino Unido, el distrito de Anaheim y, obviamente, California. Sin embargo, llama la atención que no aparezca un cambio de gran escala que representa la Relación Tutora entre Pares liderada por el CONAFE en México.

Este movimiento ha llegado a muchas escuelas y encarna muchas de las ideas que Fullan plantea para la nueva educación: transformar las relaciones en el núcleo pedagógico, donde el estudiante se empodera y se vuelve socio del aprendizaje junto al docente. Se genera una participación comunitaria auténtica donde padres de familia y comunidad son parte activa del cambio, y el estudiante se convierte en un agente que elige aprender con libertad y enseñar a otros y a la comunidad.

Este modelo ha llegado a 51,000 escuelas y actualmente está expandiéndose hacia la totalidad de escuelas mexicanas incorporando los principios del modelo, más de 200,000 escuelas. Sin embargo, no aparece como caso exitoso de reforma a gran escala en el análisis de Fullan. Es precisamente un ejemplo exitoso de educación basada en el interés y la agencia de los estudiantes, que ofrece una de las pistas más prometedoras para el futuro de la educación, como muy bien señalaba el investigador Richard Elmore.

Me hubiera gustado que Michael mencionará este movimiento y reconociera lo valioso de lo que está ocurriendo, no solo en México, sino en su expansión por Perú, Chile, Argentina, Honduras, Guatemala y Singapur.

Conclusión

Los nuevos significados del cambio educativo de Michael Fullan no es solo una obra de análisis retrospectivo, sino un faro que ilumina el camino de pensadores, líderes y apasionados del cambio sistémico. Su mayor aporte radica en demostrar que el fracaso de las reformas no está en las ideas, sino en la incapacidad de los sistemas para construir significados compartidos entre todos los actores.

El libro nos recuerda que el cambio educativo auténtico requiere más que buenas intenciones: necesita tiempo, persistencia, comprensión profunda de las diferentes perspectivas y, sobre todo, la valentía de abandonar enfoques fragmentados para abrazar una visión sistémica y colaborativa.

La propuesta de los 8 factores y el modelo NEXT no son solo marcos teóricos, sino herramientas prácticas para navegar la complejidad del cambio en un mundo donde la inteligencia artificial y las demandas sociales redefinen constantemente el propósito de la educación.

En definitiva, Fullan nos invita a ser arquitectos de consensos en nuestros propios contextos, recordándonos que las transformaciones educativas más duraderas nacen del diálogo, la comprensión mutua y la construcción colectiva de significado. Como él mismo demuestra con su trayectoria, el verdadero cambio educativo no se logra desde la comodidad del análisis académico, sino en el terreno real donde educadores, estudiantes y comunidades escriben juntos el futuro de la educación. Menos escritorio y más territorio.

El libro vale la pena revisarlo e invito a leerlo completo.